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El impuesto del sol nace entre una gran polémica en octubre del 2015. Tras unos pocos años este impuesto se deroga el 5 de octubre del 2018, ofreciendo a España la opción de posicionarse nuevamente como un referente europeo en instalación de placas solares.
El impuesto del sol se crea el 9 de octubre del 2015 con el real decreto 900/2015. Nace entre una gran polémica con una fuerte oposición por parte de diferentes partidos políticos, organizaciones ecológistas, empresas y asociaciones de consumidores. Tras unos pocos años y una vida breve este impuesto se deroga el 5 de octubre del 2018, ofreciendo a España la opción de posicionarse nuevamente como un referente europeo en instalación de placas solares.
Mediante el real decreto 900/2015, que se publica en el BOE el 9 de octubre del año 2015 por el ministerio de Industria, Energía y Turismo, dirigido por José Manuel Soria López. Se crea el llamado impuesto al sol, que trata de regular todas las condiciones que conllevan las instalaciones de paneles solares para el uso de la energía solar.
El impuesto al sol es una tasa o peaje de respaldo, que se aplicaba a los titulares de contratos que generan energía a través de placas solares o paneles fotovoltaicos. Se pagaba un impuesto que estaba relacionado con la energía producida por una instalación de paneles solares, con algunas excepciones donde los titulares quedaban exentos del pago de este impuesto.
Este impuesto se aplicaba en los siguientes tipos de instalaciones:
En 2024 el precio medio para instalar la energía solar era de 1,12 EUR/Wp. Esto es un 58% más bajo que hace 5 años. Los precios para instalar placas solares en casa nunca han sido mejores.
Descubre cuánto puedes ahorrarTan solo tres años más tarde, el 5 de octubre de 2018, llega a su fin este polémico impuesto a las instalaciones de placas solares. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera resuelve finalizar con este impuesto añadiendo además algunas reformas para fomentar este tipo de energía en nuestro país. Entre las reformas más destacadas contamos con:
Cabe destacar que estas reformas sumadas al fin del impuesto, aumenta en nuestro país las solicitudes para las instalaciones de placas solares para autoconsumo en alrededor del 45% en comparación al año anterior. Así, el gobierno pretende potenciar el consumo de energías renovables y maximizar el uso de energía fotovoltaica.
Cuando se introdujeron en España las instalaciones de energías renovables, parte de la energía que se produce esta mucho más cerca de las zonas de consumo y no es necesario su transporte. Esto supone un gran cambio de la cantidad de energía que necesita ser transportada, además también se disminuye las perdidas en la distribución, creando redes de distribución más económicas de construir y con un mantenimiento mucho más barato.
Este impuesto se crea para resolver la deuda generada con las diferentes distribuidoras. Además, se aplica como un tipo de peaje para aquellos que se conectan a la red eléctrica porque la capacidad de sus paneles de energía solar no generan toda la energía necesaria. El problema en este caso es que, utilizando mucha menos potencia, han de pagar el mismo mantenimiento de aquellos usuarios que necesitan más potencia.
A priori la instalación de paneles fotovoltaicos en viviendas unifamiliares y comunidades debería de resultar rentable para las familias, pero al introducir este nuevo impuesto del sol, lo que se consigue es que la idea de este tipo de instalaciones nos sea menos atractiva y se deje de invertir en este tipo de instalaciones.
Aunque España se situó en segunda posición entre los países en todo el mundo en empezar a implantar la energía solar o fotovoltaica. El impuesto al sol supone un cambio drástico en este sentido, creando una reducción en el objetivo de autoconsumo de España que se tenía para el año 2020. Pero no solo influyo este tipo de impuesto, además las dificultades legales que se dan para realizar instalaciones de energía fotovoltaica o el pobre retorno económico, son también factores determinantes para esta reducción.
En resumen, este impuesto lo que supone para España es desacelerar el crecimiento en el consumo autónomo mediante energía renovable como la fotovoltaica.
Los sucesos políticos del último año han supuesto múltiples modificaciones en materia de normativas del consumo autónomo de energías renovables. Esto ha provocado unas grandes dudas sobre lo que podrá pasar en el futuro, pero independientemente de estos sucesos, tenemos que analizar la tendencia del mercado actual. Vemos como se tienda a minimizar el consumo de la energía nuclear y se potencia el consumo de energías renovables. En todas las potencias europeas. Por lo tanto, podemos prever que la tendencia en nuestro país, será el objetivo de contar con energías más limpias y ecológicas. Por lo que podremos descartar la creación de un futuro impuesto al sol en los próximos años.
La fundación de energía renovables o FER presento en marzo del año pasado diferentes propuestas que asientan las bases de un debate sobre la transición a las energías renovables. Las propuestas más destacadas fueron:
El crecimiento que se ha dado tras derogar el impuesto al sol, ha generado un aumento económico. El sector fotovoltaico ha contribuido en el crecimiento del PIB nacional y ha generado empleo durante los últimos dos años. Y esto es solo el comienzo, ya que se prevé que el aumento sea progresivo en los proximos años. Por lo tanto, tendrá una repercusión positiva en la economía española por varios motivos. Generando ahorro en el consumidor, aumentando el producto nacional bruto y creando empleo en el sector por su auge.
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Los tejados regulares o planos son ideales para paneles solares
Mediante la instalación de paneles solares ya sea para nuestra vivienda o para nuestro negocio, conseguimos reducir nuestra factura de la luz en hasta un 70%. Además este tipo de instalación tiene una duración de vida útil de mas de 25 años. Por lo tanto, podemos amortizar su instalación en unos 5-8 años y el resto serian beneficio y ahorro para nosotros. Sin olvidar que generamos una fuente de energía mucho más limpia y ecológica que la actual, produciendo nuestra propia energía de forma completamente gratuita.
Las viviendas individuales o unifamiliares son las que mejores opciones tienen para el consumo autónomo de energía. Cuentan con dos opciones a las que se pueden acoger:
Se calcula que la inversión necesaria para la instalación de un kit de autoconsumo se puede recuperar de 5 a 10 años, dependiendo de diferentes factores como la potencia que tengamos instalada y del precio de la energía eléctrica que haya en el mercada cada momento.
La mayoría de la población en España viven en pisos o apartamentos que los imposibilita a realizar la instalación de Kit de autoconsumo de forma individual. Por lo tanto y hasta el fin del impuesto al sol, era prácticamente imposible generar electricidad a partir de energía solar. Con la nueva ley, se da la posibilidad de crear una instalación de consumo autónomo entre un grupo de personas para alimentar con electricidad sus edificios.
Existen diferentes tipos de instalaciones de paneles solares. La más sencilla es aquella que se realiza para cubrir las necesidades de las zonas comunes de la comunidad, siendo el titular de la misma la comunidad de propietarios.
Otras opciones son con más potencia, permitiendo alimentar no solo las zonas comunes, sino también a las viviendas de los propietarios de la comunidad e incluso los locales comerciales que se encuentre en la misma. Como en la opción anterior el titular seria la comunidad, pero se facturaría a cada propietario el consumo eléctrico que realizara su vivienda.
En cualquiera de los casos, es una opción que se recomienda por los expertos para el caso de las viviendas de obra nueva. Y aunque en casos de viviendas ya construidas puede ser menos recomendable, existen opciones que pueden resultar interesantes para su instalación. No solo conlleva un ahorro, además conseguiremos una energía mucho más limpia.
El fin del impuesto al sol ha marcado el comienzo a una nueva época donde el consumidor realizara un uso de la energía mas autónoma y por lo tanto se podre responsabilizar más de todo el proceso. No solo podremos ahorrar en nuestra factura de la luz, además lo haremos con una energía mucho más limpia y con un menor coste de distribución. Es una forma de avanzar hacia un futuro mejor con las energías renovables y cuidar de un planeta que es responsabilidad de toda la sociedad.