La energía solar fotovoltaica es una forma de generar electricidad a partir de la luz del sol. Su funcionamiento se basa en el uso de células solares, pequeños dispositivos electrónicos que convierten la energía de la luz solar en electricidad.
Imagen de una célula solar
Para entender cómo funciona la energía solar fotovoltaica, es necesario tener en cuenta que la luz solar está compuesta por pequeñas partículas llamadas fotones. Cuando estos fotones inciden sobre una célula solar, liberan electrones que generan una corriente eléctrica.
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Las células solares que se utilizan en la energía solar fotovoltaica están fabricadas a partir de materiales semiconductores, como el silicio. Estos materiales tienen la propiedad de liberar electrones cuando reciben energía, como la de los fotones del sol.
Las células solares se unen para formar los paneles solares, que son los dispositivos encargados de capturar la energía del sol y transformarla en electricidad. El proceso es relativamente simple: las placas solares se colocan en un lugar donde reciban directamente la luz del sol, como el tejado, en una azotea o en un campo, y la energía que generan se transporta a través de cables hasta el lugar donde se va a utilizar.
La energía generada por las placas solares puede ser utilizada directamente en una casa o en un edificio, o puede ser almacenada en baterías para usarla en momentos en los que no haya sol. También puede ser vendida a la red eléctrica, lo que se conoce como energía solar fotovoltaica conectada a la red o simplemente son excedentes.
La energía solar fotovoltaica es una forma limpia y renovable de generar electricidad. A diferencia de las centrales eléctricas que queman combustibles fósiles, como el petróleo o el gas, la energía solar fotovoltaica no produce contaminación atmosférica ni emisiones de gases de efecto invernadero. Además, el sol es una fuente de energía renovable que nunca se agota, por lo que los paneles solares pueden funcionar durante décadas y proporcionar una fuente constante de energía.
En resumen, la energía solar fotovoltaica es una forma de generar electricidad a partir de la luz del sol mediante el uso de placas solares que convierten la energía de los fotones en corriente eléctrica. Es una energía limpia, renovable y sostenible que no produce contaminación ni emisiones de gases de efecto invernadero. Además, es una tecnología que se está desarrollando rápidamente y que puede ser implementada por un instalador profesional en cualquier lugar donde haya sol, lo que la convierte en una solución para la energía en todo el mundo.
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