Una comunidad solar es un proyecto en el que varias personas o entidades se unen para instalar y compartir la energía generada por un sistema solar fotovoltaico sin necesariamente tener que instalar placas solares en su propia propiedad.
El funcionamiento de una comunidad solar puede variar dependiendo del proyecto en cuestión, pero en general, los miembros de la comunidad solar adquieren una participación en la instalación de placas solares y, a cambio, reciben una porción de la energía generada por el sistema.
Esto significa que los miembros de la comunidad solar pueden obtener beneficios económicos al recibir un crédito en su factura de electricidad por la energía producida por el sistema solar compartido, en función de su participación en el proyecto. Además, las comunidades solares también pueden ayudar a promover la energía renovable y reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables.
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Algunas comunidades solares pueden estar formadas por un grupo de hogares en una misma zona geográfica, mientras que otras pueden involucrar a empresas o comunidades más grandes. En cualquier caso, la colaboración y el compromiso de los miembros son clave para el éxito de la comunidad solar.
En general, la comunidad solar es una solución práctica para los hogares o negocios que no pueden instalar placas solares en sus propias propiedades debido a limitaciones físicas o regulatorias.
